Editorial

Sapiencia, sociedad en movimiento, gesta un cambio fundamental en su composición. En su primera entrega tenía la convicción de que como ella, la sociología es movimiento, y que sería el espacio en el que se desarrollarían las inquietudes de sus estudiantes. Nuestra sociedad, con su atrayente oscilación sapiencial, incita a que el número uno dé la bienvenida a la polidisciplinariedad. La sociología es por mucho abarcadora de conocimientos e ideas, con las cuales y en ocasiones, naufraga en tierras donde escapan a la vista otras formas y conceptos para explicar los problemas sociales contemporáneos. Para Sapiencia, las ciencias sociales tienen una intención primordial: la búsqueda constante del conocimiento encauzada a la transformación de la realidad social. Es así como se ha encaminado el proyecto a la inserción de trabajos de compañeros que, provenientes de las múltiples esferas de la formación científica social, tienen mucho que aportar para conseguir este propósito. Es en este momento, donde la gran tormenta que ha provocado dicho naufragio escampa, y esa pasada lluvia de ideas se potencia: los conocimientos se sujetan y se ostentan en pos de la explicación multidisciplinaria.

Este número nos reta a pensar sobre la existencia de múltiples identidades, las cuales construimos sacrificando parte de nuestra individualidad. Pero es aquí cuando jugamos con la identidad y con el nosotros: el yo es un plural. ¿Nuestro homo generosis será lo suficientemente flexible para aceptar y ayudar a los demás? Es en parte, como se consolidan las identidades de grupo. Pero también, encontremos al hombre detrás del nosotros, aludiendo a las nociones inherentes a nuestras identidades colectivas, en donde cabe un Eros y un Thánatos, y donde nuestra noción de normalidad, nos exime a algunos de la enfermedad social llamada locura. Sapiencia nos invita a asumir dicho reto, pues será el pergamino de Melquíades que servirá, si sabemos descifrar las encíclicas de la realidad actual, para la fabricación de una nueva y propia piedra filosocial.